Dicen que si algo es estúpido, pero funciona, realmente no es estúpido. Hoy te quiero contar un truco, que parece muy sencillo, pero que nunca me falla con mis alumnos. Espero que te animes a probarlo.
Si eres profesora o profesor de un idioma extranjero, estoy casi segura que alguna vez has dicho a tus alumnos que deberían practicar un poco cada día. Obviamente, nadie o casi nadie lo hace. ¿Que malos, no? Pero, espera… ¿Serías capaz de hacerlo tú mismo? Pregúntate si tú, aprendiendo una cosa nueva, te animas a estudiar un poco cada día. Yo, no. Es muy difícil mantener la motivación y obviamente siempre tengo otras obligaciones que necesito cumplir. Los alumnos también tienen el mismo problema. No podemos esperar milagros.
Pensando sobre este tema se me ha ocurrido un truco. Todos mis alumnos se lavan los dientes al menos dos veces al día. ¡Espero! Durante este tiempo simplemente se miran en el espejo y cepillan sin hacer nada más. Los puedes animar a pegar una corta lista del vocabulario encima del lavabo. Así aprovechan estos minutos para memorizar las palabras nuevas. Puedes mandar una lista nueva cada semana. Puedes también animar a los alumnos a hacer una lista vistosa, con dibujos y decoración. Para que la lista no se ensucie en el baño, antes de pegar se puede poner en una funda de plástico o envolver con celo transparente.
La primera vez probé esta idea con mis alumnos no estaba convencida si va a funcionar. ¡Pero los resultados me han sorprendido mucho! A los estudiantes les encanta y de verdad ahora aprenden un poquito cada día. ¡Anímate e inténtalo tú!
Yo he dedicado mi tiempo libre para escribir esta entrada. ¡Ahora es tu turno! Apoyame compartiendo el enlace de este artículo en Facebook, Pinterest u otras redes sociales. Serán solamente 30 segundos y me ayudarás mucho. ¡Gracias!
Deja una respuesta