¿Cómo hacer que tus alumnos hablen en español?

La expresión oral es una habilidad extremadamente importante en el proceso de aprendizaje de un idioma extranjero. La receta para mejorarla es muy sencilla: para hablar mejor simplemente hay que practicar con mucha frecuencia. Parece fácil, ¿verdad?

Realmente practicar la expresión oral, especialmente en los inicios de la aventura con un nuevo lenguaje es bastante complicado. Te lo enseño con un ejemplo. Pongamos que preguntas a tu alumno “¿cuánto cuesta la leche?”, esperando que se invente la respuesta. Es muy probable que en vez de responder directamente, el estudiante empezará a pensar cuánto de verdad cuesta la leche y luego intentará traducirlo de su idioma nativo al idioma extranjero. Mientras, el alumno al que le preguntas si le gusta la zanahoria, pensará si le gustan solo las zanahorias frescas, pero cocidas ya no, aunque en la sopa las puede soportar…

Cómo ves, el proceso de responder solo a una pregunta sencilla puede ser bastante complejo. Por suerte podemos hacer la expresión oral más fácil para nuestros estudiantes gracias a una selección de materiales adecuados.

Un ejemplo serían materiales que pueden ofrecer una respuesta preparada. En el ejemplo con el precio de la leche sería ofrecer al alumno un número concreto predefinido.

Otra opción son materiales donde antes de hablar los alumnos presenten sus respuestas en una forma gráfica. De este modo, pueden enfocarse solamente en uso adecuado del idioma objetivo. Aquí podemos volver al ejemplo con zanahoria. El material podría incluir dibujos o fotos de las verduras con espacio dedicado para marcar si al estudiante le gusta o no le gusta cierto producto.

Los ilustraciones o fotos también son buenos recursos para estimular la expresión oral. Aquí tenemos varias opciones.

• Describir la ilustración o foto. A los alumnos menos avanzados les puedes hacer las preguntas sobre lo que ven y con los que tienen un nivel más alto pueden simplemente intentar hacer una descripción.
• Encuentra las diferencias. En dos ilustraciones parecidas los estudiantes tienen que encontrar cierto número de diferencias y describirlas.

• ¿Qué prefieres? Los alumnos explican cuál de las dos cosas presentadas en las fotos prefieren y porqué. Podrían ser dos tipos de comida o dos lugares distintos. Un ejemplo de este tipo de actividad encontrarás aquí.

• Comparar. Presenta dos o más fotos relacionados con un tema a los estudiantes e invítalos a compararlas. Por ejemplo dos medios de transporte.
• Una historia. Enseña a los alumnos un conjunto de entre tres y cinco fotos, e invítalos a que se inventen una historia corta.
• ¿Qué no encaja? Usa un conjunto de cuatro ilustraciones de las cuales una no encaja con las otras, por ejemplo, tres tipos de animales y un mueble. Pregunta a los estudiantes qué no encaja y porqué. Un ejemplo de este tipo de actividad encontrarás aquí.

En vez de ilustraciones también puedes usar tablas. Por ejemplo, las tablas que presentan los gustos de la persona, frequencia en la práctica de algunos deportes o el horario del día.

Si tienes alumnos un poco más mayores, los datos en forma de gráficos también os pueden servir como inspiración para las conversaciones.

Los materiales que usamos con las tareas de expresión oral deben estimular a hablar. Incluso en los exámenes oficiales de idiomas extranjeros, en la parte oral siempre hay algún dibujo, foto, tabla o texto que abre la conversación. Yo siempre intento recordar que para mis alumnos empezar a hablar en un idioma nuevo es un proceso muy complejo. Con la buena selección de materiales les animo a practicar su expresión oral. Y es muy gratificante para ellos y para mi cuando de repente se dan cuenta que ya saben decir muchas cosas.

He creado varios materiales para trabajar la expresión oral, muchos de ellos gratuitos. Los puedes encontrar aquí.

¿Y qué trucos tienes tú para estimular expresión oral? Compártelo en los comentarios.

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